Aeroposta en La Cumbre

Una de las opciones más lindas que tiene La Cumbre es su cinematográfica Aeroposta, una cafetería y comedor que nació en octubre del 2010, en el Aeroclub de La Cumbre, sobre la Ruta 38. Los dueños son Juan Pablo Caorsi y Marcelo Schvartz, dos amigos que se conocieron trabajando en un resto en Palermo, en Buenos Aires. “Siempre tuvimos la fantasía de tener nuestro espacio propio y lo llevamos a cabo en La Cumbre, el lugar que elegimos para vivir desde hace varios años”, cuenta Juan Pablo. En Aeroposta se puede desayunar, almorzar, merendar y a veces cenar. En la carta se encuentran pastas caseras, tartas, sándwiches especiales, ensaladas, carnes, pescados y siempre hay alguna sugerencia del chef. Aeroposta se identifica además por su variedad de jugos naturales, limonadas y cafetería especial. Tiene buenas opciones de vinos y tragos altamente recomendables para la puesta de sol “son los más lindos de la zona por la ubicación que tenemos”, dice Juan Pablo. Doy fe que se pueden ver increíbles atardeceres, así como disfrutar de los cielos diáfanos del otoño. La ambientación es principalmente vintage, con mobiliario y vajilla antiguos “con algunas cosas son de nuestras abuelas”. Y para compartir en familia, tienen una caja llena de juguetes para que los niños se entretengan mientras los grandes disfrutan del lugar. Nosotros 4, Pancho -mi marido- y mis dos hijitos -Remo y Constantino- jugamos una partida de Scrabble memorable, ja!!!. Además se pueden admirar los vuelos bautismo y los paracaidistas que se atreven a probar las experiencias que ofrece el Aeroclub de La Cumbre, también apreciar a quienes llegan en sus avionetas privadas a tomar un café sin contar con el pequeño ejército de motoqueros: hay alucinantes Harley Davison's, BMW's, Thriumph´s y Ducati´s para deleite de mis varones :) Horario Jueves a domingos, de 11 hasta la puesta del sol. En vacaciones abren todos los días y los feriados también. Teléfonos: (03548) 458079 ó (03548)155 12649 Mail: aeropostacafeteríacomedor@hotmail.com

Inmigrante Digital

¿Habrán sentido mis abuelos que llegaron de Italia, el mismo vértigo que siento yo siendo inmigrante digital?